Comienzo con una singular confesión: soy fiel seguidora de Sex and the City; y no solo eso: soy fan y a mucha honra.
La primera vez que la ví fue gracias a una ex amiga que era seguidora, yo para variar escéptica pero curiosa, me quede envuelta en mi camita, viendo el capítulo, desde ese día comenzó mi enorme curiosidad de que había precedido a ese capítulo. Entonces empezó mi incondicionalidad con dicha serie, puedo ver los capitulos una y otra vez, encontrarme en Youtube viendolas y buscando las mejores escenas, como viendo la película en el Cine 2 veces ( 2da, con Shell y Oriel xD ) y en el Notebook, 2 más.
Para mí la seríe a pesar de su nombre, no se trata de solo de sexo. Me sentí tan atraída por estos cuatro personajes, mayores de treinta años que la pasaban tan bien, sufrían, tenían problemas, dudas, amor, desilusiones y aventuras como cualquiera, y claro, la búsqueda de alguien a quién amar. Creo que este es el punto.
Yo me encontré con Sex and the city en el momento indicado.. saliendo de una etapa. Además de divertirme, me parece liberadora. Ser libre en este caso, es una especie de sinónimo de ser fuerte. De ser fuerte para aprender. Para vivir. Me encanta tener esa libertad para hablar de sexo como para hablar de cine, me gusta esa confianza que se dan entre algunas de mis amigas, siempre veía la serie y envidié esas conversaciones tan inteligentes de las parejas y aún envido esas divertidos momentos en el café donde estas amigas hablan de casi todo. Pero tengo claro que es ficción. Sex and the city, por más que contenga experiencias o situaciones basadas en hechos reales, es una serie, no la vida real.
Aunque debo asumir que existen ocasiones que me dan ganas de no esforzar ni media neurona y ver una comedia romántica con coca-cola light y una bolsita de rools morados, no voy negar que algunas veces, cuando repito algún capítulo de Sex and the city, me dan ganas de arreglarme, salir y sentir que la vida es simple y divertida, como debería ser a veces, por salud mental. que rico no ? Salud con Cosmopolitan! xD
La primera vez que la ví fue gracias a una ex amiga que era seguidora, yo para variar escéptica pero curiosa, me quede envuelta en mi camita, viendo el capítulo, desde ese día comenzó mi enorme curiosidad de que había precedido a ese capítulo. Entonces empezó mi incondicionalidad con dicha serie, puedo ver los capitulos una y otra vez, encontrarme en Youtube viendolas y buscando las mejores escenas, como viendo la película en el Cine 2 veces ( 2da, con Shell y Oriel xD ) y en el Notebook, 2 más.
Para mí la seríe a pesar de su nombre, no se trata de solo de sexo. Me sentí tan atraída por estos cuatro personajes, mayores de treinta años que la pasaban tan bien, sufrían, tenían problemas, dudas, amor, desilusiones y aventuras como cualquiera, y claro, la búsqueda de alguien a quién amar. Creo que este es el punto.
Yo me encontré con Sex and the city en el momento indicado.. saliendo de una etapa. Además de divertirme, me parece liberadora. Ser libre en este caso, es una especie de sinónimo de ser fuerte. De ser fuerte para aprender. Para vivir. Me encanta tener esa libertad para hablar de sexo como para hablar de cine, me gusta esa confianza que se dan entre algunas de mis amigas, siempre veía la serie y envidié esas conversaciones tan inteligentes de las parejas y aún envido esas divertidos momentos en el café donde estas amigas hablan de casi todo. Pero tengo claro que es ficción. Sex and the city, por más que contenga experiencias o situaciones basadas en hechos reales, es una serie, no la vida real.
Aunque debo asumir que existen ocasiones que me dan ganas de no esforzar ni media neurona y ver una comedia romántica con coca-cola light y una bolsita de rools morados, no voy negar que algunas veces, cuando repito algún capítulo de Sex and the city, me dan ganas de arreglarme, salir y sentir que la vida es simple y divertida, como debería ser a veces, por salud mental. que rico no ? Salud con Cosmopolitan! xD
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