Cementerio

Todos vivimos instantes en la vida en la cual rodeamos un cementerio. No me refiero al lugar físico en donde los seres humanos entierran a sus muertos, estableciendo una lápida e imponiendo en ese lugar un cuasi altar para consolar la pena que se lleva dentro posterior a la partida de un ser querido.

Mi “cementerio” se traduce en aquellos seres que fueron parte de tu vida en ciertos momentos, esa persona que te acompañó, transformándose en un cementerio, con la partida dejan un montón de recuerdos, buenos y malos momentos, dependiendo del amor que se entrego las idas al cementerio son más habituales que las comunes. Estos procesos de separación van de la mano – para mí - de una serie de formalismos entre el duelo de la perdida específicamente la costumbre de ser y estar junto a alguien, formar una rutina, gustos y porque no decirlo proyectos, cuando eso se esfuma por las razones que sean, queda un duelo y como dice “ManuGarcia” el duelo de amor, posteriormente viene el entierro, es doloroso y ocurre cuando ya las esperanzas de regreso se esfuman, y es así como se transforma en un cementerio, quien era el generador de recuerdos, sin embargo estos últimos quedan y son el tesoro mas grande que puede tener un ser humano, las vivencias, los buenos momentos, la felicidad momentánea, hay que dar gracias a la vida por eso. Porque así da gusto vivirla.

“me está dando pena esta canción, que solo era un recuerdo, de todas maneras me gustó rondar el cementerio”

Hablar de ti – M. García